Proteger al trigo, una oportunidad

Fuente: MalezaCero.com.ar

Mejores perspectivas para el trigo; el maíz como el más beneficiado y la soja casi igual, con vistas a un largo plazo, condicionado por el contexto. Con el marco de la presentación del curso de Posgrado en Agronegocios 2016, dos analistas de reconocida trayectoria como Carlos Etchepare y Salvador Di Stefano coincidieron en pintar un panorama económico superador para los productores trigueros y maiceros. Dicho panorama afecta también las condiciones técnicas de la producción. Más rotación de cultivos promete mejores manejos.

Carlos Etchepare, Director periodístico de Canal Rural y Analista de Mercado de granos se refirió al alto nivel de expectativas que se manejo en el agro: “Sin dudas este sector va a ser el más favorecido por el cambio que se viene, ahora bien, esto será dentro del contexto en el cual estamos. Y no todos los mercados son iguales”.

Respecto del trigo, Etchepare analizó los costos totales. “Hoy, 55 quintales (qq.) en zona núcleo sirven para cambiar la plata. ¿Eso cambia? Sí porque me lo van a pagar de 30 a 40 dólares más, son 4 toneladas (Tn.) más por hectárea (ha.)” Esto, según Etchepare, apenas compensa el quebranto que hoy atraviesan los productores trigueros. “No me voy a hacer millonario pero va a cambiar”, expresó y agregó que el verdadero impulso del trigo lo tendrán recién el año que viene

En maíz, la situación en zona núcleo empieza a mejorar y será de los más beneficiados. “Estamos hablando de 76 dólares por ha., con precio de 145 dólares”, describió Carlos, aunque aclaró que en zonas más alejadas, el panorama para el maíz no es tan atractivo.

En cuanto a soja, está claro que el beneficio será muy acotado. “¿Qué voy poder comprar con mis rindes? ¿Y cuál será el costo de volver a producir?”, se preguntó el Director de Canal Rural.

Lo cierto es que puede ser que aumente un poco la superficie destinada a los otros cultivos y suba con ello el precio de soja.

Medidas políticas, consecuencias técnicas. Finalmente, el anuncio del presidente Mauricio Macri de eliminación de retenciones a los cultivos de trigo y maíz y algo menos de la soja no sólo es una buena noticia en materia económica, para impulsar la siembra fundamentalmente de trigo y maíz, sino también para los suelos productivos argentinos.

Siendo hasta aquí la soja el único cultivo rentable, la necesaria rotación de los suelos para reponer nutrientes, estaba para el olvido. Erosión y mayor presión de malezas eran dos de las consecuencias más violentas en los últimos años.

En tal sentido se expresó la presidente de Aapresid, María Beatriz “Pilu” Giraudo en entrevista con Agrovoz: “Es fundamental, clave, la máxima posibilidad que tenemos ahora de recuperar todo el paquete de las Buenas Prácticas Agrícolas no sólo para recuperar el ambiente sino para producir más y mejor”.

“Al no poner tener certeza de vender maíz y trigo y además tener los derechos de exportación, en los últimos dos o tres años se dejó de hacer rotaciones y también se dejó de usar fertilización adecuada, se dejó de usar el paquete de fitosanitarios de máxima tecnología como se preveía- expresaba Giraudo- Ahora va a poder aplicar toda la tecnología tranquilo, sabiendo que la inversión está cubierta. Cambia el panorama y la previsibilidad”.

Los beneficios de rotar. Las rotaciones conllevan múltiples beneficios. Y el manejo de malezas tiene que ver en ello. “Con estas medidas, vuelve la posibilidad de no sólo incrementar la diversidad sino también de intensificarla, dejar cada vez menos tiempo los suelos descubiertos, controlar problemas de las malezas resistente, es un círculo de bondades”, graficó.

¿Cómo contribuye esta práctica a disminuir la presencia de malezas en el lote? Martín Marzetti, Gerente de REM Aapresid lo explicó con nitidez durante la Jornada Nacional de Malezas.

En el orden ambiental; el Ing. Marzetti se refirió al uso de los recursos, “los que nos da el ambiente”. Se refería a la radiación, el suelo, el agua, los nutrientes. “Los recursos siempre están, en mayor o menor cantidad. El asunto es quién los aprovecha. O mejor, a quién dejamos que los aproveche”.

El especialista mostró lo que pasaría si no tuviéramos ningún cultivo en todo el año: “las malezas ocuparían nuestro lote”. Marzetti señaló escenarios diferentes en función de diferentes planteos: “Si hacemos un año con soja de primera, tenemos todo el otoño y el invierno con la posibilidad de que crezcan las malezas; y la primavera y verano con soja cubriendo el suelo y consumiendo recursos, que es a lo que nosotros queremos destinarlos. Algo similar pasaría con maíz, con una fecha de siembra anticipada, pero cubriendo el suelo durante esos meses. Y si fuéramos a trigo/soja, donde ya incorporamos dos cultivos en un mismo año, deberíamos tener una porción muy pequeña de malezas”. En este último caso, precisó el disertante, “estaríamos consumiendo los recursos que nos da el ambiente, en nuestro provecho y no para la vegetación espontánea, es decir, las malezas”.

Momentos de control. Otro de los beneficios de las rotaciones tiene que ver con los momentos de control. “Las rotaciones nos permiten variar el momento de aplicación”, precisó el Gerente de la REM. “Diferentes cultivos nos permiten controlar las malezas de diferente manera”. También por eso mismo, nos habilitan la rotación de los modos de acción. Y esto a la larga significa que “al variar los cultivos, disminuimos el riesgo de resistencia”.

Por estos y otros muchos beneficios ambientales, sociales y económicos que conlleva el rotar cultivos, esta práctica debe darse en un marco de buenas prácticas agrícolas más completo, sistémico. E involucrar a todos los actores de la cadena.

Es el momento de proteger al trigo y al resto de los cultivos alternativos. Es tiempo de proteger al suelo. Y está dada la oportunidad para aprovecharla.