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Rama negra, crónica de una resistencia anunciada

Rama negra, crónica de una resistencia anunciada

Una de las primeras en anunciar lo que sería la problemática de las malezas resistentes en Argentina, finalmente ha recibido su rótulo, en la provincia de Entre Ríos.

Fuente: MalezaCero.com.ar

Pese a que hasta ahora no se había reportado en Argentina la resistencia a glifosato en ninguna de las dos especies, terminó de confirmarse este secreto a voces. En un trabajo conjunto entre la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario y la EEA Paraná del INTA, bajo la responsabilidad de los profesionales Eduardo Puricelli, Delma Faccinni, Federico Balassone y Marcelo Metzler, obtuvieron las curvas de dosis-respuesta para el herbicida glifosato en estado de roseta de Conyza sumatrensis y Conyza boneriensis. Ambos biotipos fueron recolectados en el departamento Paraná, Entre Ríos.

Los resultados arrojaron índices de resistencia de 6,4 y 4 respectivamente, indicando que los biotipos detectados de ambas especies son resistentes a la acción del herbicida glifosato.

Ya existían biotipos resistentes a este principio activo declarados en Brasil, Colombia, Australia, EEUU, España, Portugal y Sudáfrica.

El género. Es conocido en Argentina vulgarmente como “Rama negra”, “mata negra” o “carnicera” entre otros nombres comunes. Existen otras 22 especies de este género, siendo la principal C. bonariensis, encontrándose además C. sumatrensis y C. chilensis. Pertenece a la Familia Asteráceas.

Este género se constituyó en Argentina en una maleza importante y de difícil control en los barbechos de lotes agrícolas de la región pampeana, siendo una de las pioneras en lo que más tarde sería el flagelo del campo argentino: las malezas resistentes.

Típica de lotes con pasturas degradadas, con la adopción de la siembra directa en Argentina su presencia pasó a ser la regla. Su explosión sucedió en la campaña 2008/2009, favorecida por sequías atípicas, por la detección tardía del problema y el empleo de subdosis de herbicida.

Entonces su presencia se extendió en algunos lotes hasta el verano, llegando a afectar el cultivo de soja.

Cómo se comporta. Conyza es una maleza latifoliada anual que, según la bibliografía, comienza a germinar a principios de otoño y finaliza a comienzos de primavera. Sin embargo, los técnicos empezamos a encontrar nacimientos casi todo el año. Esto genera una complicación importante a la hora de elegir el mejor momento de control, porque no puede escogerse una fecha óptima y se requiere más de una aplicación, sumado al uso de herbicidas residuales para evitar nuevos nacimientos.

Rama negra no reconoce límites geográficos. Su semilla es muy liviana y posee un papus que le permite viajar cientos de kilómetros antes de caer al suelo. Esto le permite conquistar nuevos territorios y estar presente en lotes que se han manejado de manera excelente en la campaña anterior.

Los cultivos de invierno ejercen un poder supresor muy importante sobre esta maleza. En lotes con trigo o cebada, las pocas plantas que sobreviven tienen un tamaño y cantidad de semillas considerablemente menor a los lotes mantenidos bajo barbecho químico.

Los años secos complican la situación. Con otoños e inviernos secos, el crecimiento de las malezas es más lento pero sufren un proceso de rusticación que dificulta mucho su control químico posterior, sumado a que las condiciones de aplicación en esos casos tampoco son las óptimas. Con primaveras y veranos secos, los cultivos estivales demoran en cerrar el entresurco y la Rama negra crece sin competencia.

Manejo. Esta especie se puede controlar con alta eficacia en sus estados tempranos o iniciales. Luego, a medida que crece y se desarrolla, los controles se dificultan cada vez más, teniendo que recurrir a la aplicación de mezcla de varios herbicidas, en 2 a 3 aplicaciones, con el consiguiente perjuicio económico y ambiental que esto podría provocar.

La clave del manejo pasa por controlarla cuando la planta es chica, lo que requiere hacer monitoreos frecuentes y aplicaciones a tiempo. Entre dos cultivos sucesivos de verano, no alcanza con una única aplicación de barbecho, se necesita hacer una primera en otoño y otra en primavera, con herbicidas residuales acompañando al glifosato.

La situación se complica cuando la planta comienza a elongar el tallo, ya que la cantidad de herramientas químicas disminuye y los tratamientos se encarecen y pierden efectividad.

Ensayo y recomendaciones. Sobre esta línea se desarrolló recientemente un ensayo de control de Rama negra en barbecho de invierno, en Villa Mercedes, San Luis. Lo llevaron adelante el INTA San Luis y AFA Justo Daract. El objetivo era evaluar la eficacia de distintos herbicidas en el barbecho temprano (mes de mayo), para el control de Rama negra en estado de roseta de 1 a 3 hojas.

A los 120 días de la aplicación se pudo observar el excelente control de Rama negra que produjeron los tratamientos de Glifosato (sal monoamónica 74,7%, 67,9% de equivalente ácido) + (Clorimuron etil 20% + Sulfometuron metil 15%), + (Sulfentrazone 50%) ; de la misma manera, Glifosato + Clorimuron + Sulfometuron y Glifosato +( Iodosulfuron metil sodio 6% + Thiencarbazone methil 45%). Le siguen con muy buenos controles de esta maleza: Glifosato + ( Imazetapir 10%) , Glifosato + ( Diclosulam 84%), Glifosato + ( Sulfentrazone 75% + Clorimuron ) y Glifosato + ( Clomazone 48%).

De acuerdo a estos resultados se pudo concluir que para el control de Rama negra hay que realizar los tratamientos en sus estados tempranos o iniciales en los meses de otoño cuando la maleza se encuentra en estado de roseta pequeña, de 5 a 7 cm de diámetro.

A medida que aumenta el tamaño de la maleza, disminuye el control y se tiene que recurrir al “doble golpe” utilizando mezcla de productos hormonales y desecantes para permitir la siembra del cultivo de verano.

Es importante que las aplicaciones sean efectivas, porque las plantas sobrevivientes son considerablemente más difíciles de controlar en los posteriores tratamientos. El desmalezado tampoco es una buena alternativa, los rebrotes son prácticamente incontrolables para cualquier herbicida, y lo mismo sucede con las plantas que han sido cortadas por las cuchillas de la cosechadora.

El mensaje indispensable para ella se corresponde para el resto de las malezas: se deben rotar los herbicidas para disminuir la probabilidad de generar resistencias.