Actualmente en el mercado los productos comúnmente utilizados en floración o tras la floración son el tiosulfato de amonio (ATS) o el ácido naftilacetamida (ANA Amida), además de otros productos destinados a ser utilizados cuando el fruto es pequeño (con tamaño entre 10 y 14 mm de diámetro) como es la 6-benciladenina (6-BA) y el ácido naftilacético (ANA).
Tiosulfato de amonio (ATS)
Los productos formulados a partir de esta sustancia, pertenecientes a su vez a la categoría de fertilizantes foliares, son sales que contienen nitrógeno y azufre. Este último elemento químico se caracteriza por desarrollar un mecanismo de acción basado en el efecto fitotóxico sobre las flores aún no fertilizadas que causan su secado. El tiosulfato de amonio se aplica generalmente una o dos veces en floración y a temperaturas idóneas (entre 18 y 22°C). Se considera que el momento óptimo de uso es aquel que coincide con la caída de los pétalos de la flor central. En algunos casos las condiciones de alta humedad pueden afectar a la acción del producto, mientras que las aplicaciones con hojas mojadas o previas a un periodo de lluvias pueden causar quemaduras de las hojas. No se recomienda su uso por debajo de temperaturas de 15° C. Por otro lado, se recomienda en variedades como Fuji y Red Delicious debido a la imposibilidad de utilizar ANA.
Naftilacetamida (ANA Amida)
Las diferentes hormonas vegetales que contienen naftilacetamida pertenecen a la clase de análogos sintéticos de las auxinas. Su efecto de aclareo, generalmente de tipo medio, se debe a la interferencia en el transporte de asimilados desde los brotes hacía los frutos, lo que causa la muerte de las semillas y, como consecuencia, la caída anticipada de una parte de los frutos.
Su uso se recomienda de manera común desde la caída de los pétalos hasta que el tamaño del fruto central alcanza los 5-7 mm de diámetro, con temperaturas superiores a 12°C y en condiciones de alta humedad. La aplicación tardía de este producto provoca el efecto contrario, ya que puede aumentar el cuajado del fruto. Diversas guías técnicas desaconsejan su uso en determinadas variedades de manzana como Fuji o Red Delicious, mientras que en Gala se recomienda excepto en los casos de plantas jóvenes o en dosis altas que pueden causar la formación de frutos pigmeos.
6-Benziladenina (6-BA)
Los productos de esta categoría son citoquininas sintéticas, hormonas vegetales que están involucradas en varios procesos metabólicos de la planta. Un aumento de 6-BA tiene el efecto de promover los jóvenes frutos de manzana mediante la producción endógena de etileno. Estos cambios en el metabolismo de las plantas causan un aumento en la caída de los frutos de forma natural.
Este tipo de productos se aplican generalmente una o dos veces sobre frutos con calibre de 10-14 mm de diámetro dependiendo de la necesidad. Un uso sobre diámetros superiores puede causar la formación de frutos especialmente pigmeos en Fuji y Red Delicious. Los productos con 6-BA se mezclan a menudo, para la mayoría de variedades, con formulaciones que contienen ANA con el fin de obtener una acción más consistente. Las diferentes guías técnicas recomiendan, como condiciones ideales de aplicación, temperaturas entre 18 y 25°C y una humedad mayor del 50%. Temperaturas más bajas suelen reducir su eficacia.
Las citoquininas también estimulan la división celular; por tanto, pueden facilitar un aumento del tamaño de los frutos.
Ácido naftilacético (ANA)
Esta auxina, reguladora de crecimiento de la planta, se utiliza principalmente para aumentar la eficacia del aclareo con 6-Benciladenina. El efecto del ANA sobre el aclareo se produce debido a la interferencia sobre el transporte de asimilados que se produce desde los brotes hasta los frutos, lo que provoca la muerte de la semilla y la caída anticipada de los frutos.
El empleo de dosis altas puede provocar la formación de frutos pigmeos. Las aplicaciones, generalmente, se realizan cuando los frutos tienen un diámetro entre 10 y 15 mm. Se aconseja aplicar con temperaturas entre 15-20ºC; en el caso de temperaturas superiores a 20ºC es necesario reducir las dosis.
Aclareo manual
Si el aclareo químico proporciona los resultados adecuados, el aclareo manual sería una práctica solo necesaria para mejorar la posición de algunos frutos en la planta y para eliminar los frutos que hayan podido ser marcados por enfermedades causadas por hongos, insectos y daños por roce de diferentes tipos. En el caso de haber usado productos que pueden tener la contraindicación de deformar alguna manzana también éstos deben ser eliminados a mano.
El aclareo manual previo a la recolección debería llevar unas pocas horas por hectárea. En la mayoría de casos, sin embargo, la acción de aclareo de los diversos productos y estrategias utilizadas no son capaces de garantizar la acción suficiente y, tras la caída fisiológica de junio, los productores de manzanas están obligados a realizar un importante aclareo manual, que en muchos casos puede requerir más de 300 horas por hectárea.