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Manejo enfermedades foliares parte II

Manejo Integrado de Enfermedades Foliares en Cereales - Parte II

Los cereales, alimentos y piensos que superen los valores en micotoxinas deberán ser retirados de la cadena alimentaria.
Manejo enfermedades foliares parte II

Como continuación del anterior artículo “Manejo Integrado de las Enfermedades de los Cereales”, donde repasamos las principales enfermedades foliares que atacan a nuestros cereales (roya amarilla, septorioriosis, helmintosporiosis y rincosporiosis), en esta ocasión vamos a repasar otras enfermedades, quizás no tan comunes, pero que en los últimos años están tomando mayor protagonismo. 

Es el caso de la fusariosis, causada por un hongo del género Fusarium que provoca toxinas en el grano. O las micotoxinas, que pueden ser potencialmente peligrosas para el ser humano por consumo directo de los cereales o sus derivados, o para los animales a través de los piensos. 

Antes de profundizar en estás fitopatologías, quisiéramos volver a insistir en que, para realizar un buen manejo y control de una mala hierba, una plaga o una enfermedad, es básico apoyarse en tres pilares, rotación de cultivos, medidas culturales y control fitosanitario eficaz, además de las medidas preventivas comentadas en el anterior artículo.

Otras Enfermedades Foliares en Cereales

1. OÍDIO 

Enfermedad que puede afectar a todos los cereales. Sus infecciones no suelen alcanzar gran intensidad en España dado que necesita humedades relativas altas, sin lluvias excesivas, acompañadas de temperaturas suaves entre 15 y 25 ºC. 

La existencia de un cultivo muy denso, con poca aireación, facilita el desarrollo del oídio. 

El momento de aplicación de fungicidas se recomienda a partir del ahijamiento. (foto1)

2. ROYA PARDA

Enfermedad que afecta principalmente al trigo, aunque también puede presentarse en cebada, centeno y triticale. Ataca a hojas jóvenes y espigas.

Necesita temperaturas, diurnas y nocturnas, entre 10 y 15 ºC. 

Es una enfermedad menos explosiva que la roya amarilla, debido a su periodo de latencia superior, es decir, el tiempo que transcurre entre el desarrollo de la enfermedad y la aparición de síntomas., dependiendo de condiciones entre 8 y 20 días.

El momento de aplicación de fungicidas más idóneo es a partir del despliegue de la hoja bandera. (Foto2) 

3. RAMULARIOSIS 

 La ramulariosis afecta a los cultivos de cebada y es considerada una enfermedad de reciente aparición. Es importante en el centro y norte de Europa, siendo poco frecuente en España, aunque si presenta incidencia. e. 

Tiene un periodo de latencia muy largo, que hace que los síntomas aparezcan muy tarde en las últimas hojas del cultivo, por lo que hace complicada la intervención.  

Se puede confundir con otras enfermedades como helmintosporiosis o problemas fisiológicos. Por este motivo, si sospechamos que puede haber ataque de ramulariosis, el momento de aplicación de fungicidas es a partir de mitad de encañado. (Foto3) 

4. FUSARIOSIS 

La fusariosis de la espiga, ataca a la cebada, el trigo y el trigo duro. 

Para el desarrollo de la enfermedad son clave la presencia de lluvias hasta saturación durante 48 horas y temperaturas entre 15ªC y 20ªC en el momento del espigado hasta el inicio de la floración.

El momento de aplicación de fungicidas debe ser en el momento del inicio del espigado. (Foto 4)

5. MICOTOXINAS 

Las micotoxinas, son toxinas que producen de forma natural como parte de su metabolismo secundario algunos tipos de hongos en condiciones de temperatura y humedad alta, en el caso de la fusariosis de la espiga cuando el hongo está estresado. 

En general, resisten bien los procesados de alimentos incluso a altas temperaturas. Estas toxinas, se detectan en el 25% de los cereales, y en los cultivos ecológicos, o cultivos no tratados, puede ser un problema mayor. 

De todas las micotoxinas asociadas con los cereales destacan los alcaloides ergóticos producidos por el cornezuelo del centeno y las asociadas a la fusariosis de la espiga:

  • Tricotecenos o ‘no estrogénicas’ (Dexoxinivalenol o vomitoxina: se acumulan principalmente en el salvado, y produce graves efectos gástricos y anorexia, principalmente en animales a través de los piensos) (Nivalenol: inmunotóxico y hematotóxico) (T-2 y HT-2: a niveles de exposición normales produce efectos dérmicos reversibles) y otras micotoxinas emergentes sobre las que están incrementando los controles (Fumonisinas) (Enniatinas y Beauvericina) (Moniliformina)
  • Estrogénicas (Zerealenona con efectos estrogénicos en humanos y animales)

Hay una legislación europea en micotoxinas muy estricta, que regula los niveles de estas toxinas en los alimentos, y que se va incrementando cada año a medida que se van estableciendo los valores toxicológicos y efectos de cada una. Los cereales, alimentos y piensos que superen estos valores deben ser retirados de la cadena alimentaria. Por este motivo, ya que la enfermedad y las micotoxinas van asociadas, es importante utilizar fungicidas que controlen estas enfermedades, tanto para obtener mejores cosechas en cantidad y calidad, como para eliminar los riesgos de toxinas, producidos por estos hongos.

Fdo: Servicio Técnico ADAMA

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