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Habrá que pensar en el sistema y no sólo en el cultivo presente

En tiempos de malezas, una gestión inteligente se hace imprescindible.
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Fuente: MalezaCero.com.ar

Una visión de sistema es una aproximación científica para conocer, explicar e intervenir en fenómenos complejos tal como la producción agropecuaria. Cierto es que las malezas han sumado un extra nada despreciable de complejidad a los sistemas de producción agrícola y hay que atenderlo.Un enfoque de sistemas sobre la realidad del lote facilita comprender el impacto de los cambios tecnológicos sobre los distintos procesos de la producción que llevamos adelante, vinculando la agricultura a la condición del ecosistema natural. Las malezas han sido una reacción a una mirada reduccionista de la agricultura y en tal sentido, puede pensarse que una mirada de sistema tiene el poder de modificar el panorama.Algo de historia. A mediados de los años ’90, una serie de tecnologías llegaron al campo argentino para cambiar rotundamente el sistema productivo. La siembra directa, la soja RR y el glifosato fueron los tres pilares de esa transformación del producir agropecuario de nuestro país. Pero más allá de sus conocidos beneficios, las alertas comenzaron a sonar a partir de ciertos manejos inadecuados. El abuso en el uso de glifosato, y el monocultivo en general, generaron una presión desmedida sobre el medio ambiente y sobre los distintos sistemas de producción. Con el paso del tiempo esto nos dejó una serie de malezas fuera de control.La moraleja. La alternativa viene de la mano de una Gestión Inteligente de Malezas (GIM), con una mirada de sistema sobre nuestra producción. Martín Marzetti, Gerente de la REM Aapresid se expresa en este sentido: “si bien el foco puede estar puesto en el manejo de un lote destinado a soja, no debe perderse nunca de vista que este cultivo se encuentra dentro de un sistema de producción. El mismo debe estar acompañado de otros cultivos, al tiempo que el manejo debe hacerse pensando en varios años, y no solo en la presente campaña. Esto justificaría, por ejemplo, la inclusión de un cultivo menos rentable, la utilización de un herbicida más costoso o la posibilidad de hacer una aplicación, pensando en el banco de semillas de la maleza, y no en la respuesta de rendimiento directa”.Por su parte, Fernando García Frugoni, Coordinador del Proyecto Nacional de Malezas CREA, alegó en “Entre el campo y la ciudad”: “La diferencia entre correr el problema de atrás y ponerme por delante del problema va ser dejar de ver sólo como mato a la maleza y empezar a entender cómo afecto al sistema en su conjunto, esto es tener una mirada del sistema más que tener una mirada sólo del problema. Las mejores soluciones vendrán cuando seamos capaces de reunir las soluciones del sistema con las soluciones de la química. Hay que tener una mirada del sistema, esto nos permitirá estar frente al problema, son claves las decisiones que se tomen”.