Produciendo por más agua y menos malezas
Fuente: MalezaCero.com.ar
Mientras muchos productores de las zonas agrícolas de EEUU esperan la labranza de primavera para “secar” los suelos húmedos, Jerry Ackerman va en el sentido contrario. Su programa de cultivos de cobertura/siembra directa lo ayuda a sobrellevar las abundantes precipitaciones así como a combatir Amaranthus tuberculatus, una maleza típica de su zona.
Los suelo húmedos no son nada nuevo para Ackerman quien produce en 480 has en Jackson County, Minn. “El paisaje allí muestra suelos ricos pero barrosos y elevaciones bajas”, afirma Catherine Sereg, técnica del Heron Lake Watershed District. Ella conoce bien los suelos de Ackerman a los que ha analizado con tests de infiltración, tanto como a los demás suelos de la zona.
“Jerry puede caminar los lotes aún cuando está demasiado húmedo para hacerlo”, afirma Sereg, que observa cómo influyen los cultivos de cobertura (CC) y la siembra directa en la estructura del suelo, a diferencia de lo que sucede con los suelos labrados, sin CC.
Después de 15 años de rotación de soja, maíz y alfalfa Ackerman pensó que sus suelos estaban en buena forma. Pero después de 5 años de experimentar con CC los ha llevado a un nuevo nivel.
Los CC lo han ayudado a competir eficientemente con las malezas, con la ayuda de los herbicidas.
El manejo de sistema. Francisco Skora Neto, investigador del Área de Fitotecnia de la Universidad de Ponta Grossa (Brasil) remarca la importancia de los CC en los sistemas de producción: “Hablamos de mejoría en las condiciones del suelo, físicas, químicas y biológicas además de su efecto positivo sobre la biodiversidad, el control de las malezas y las plagas”.
Muchos se preguntan: ¿por qué gastar dinero en cultivos de cobertura si ya tenemos algo natural? El problema es que el barbecho está constituido por malezas, explica Skora Neto: “si dejo el campo libre habrá más malezas, mayor dificultad de control”.
Las plantas de cobertura no tienen en latencia a las semillas y las malezas, sí. Allí hay una diferencia fundamental que hace a las primeras mucho más fáciles de manejar. Mientras tanto, “la longevidad casi eterna de las semillas de las malezas” es lo que las convierte en un potente enemigo: “Nunca llegaremos a cero en el campo pero podemos reducirlo bastante”, alega el especialista.
Cuando se utilizan cultivos de cobertura, el objetivo es lograr que las malezas no semillen, visto que así es posible reducir la población. Cabe decir que el especialista se refiere a la sustitución de los barbechos por cultivos de cobertura, en asociación con la aplicación de herbicidas.
Siempre nos referimos a una concepción más amplia que la simple elección del herbicida para controlar a las malezas: se trata de implementarlo bajo un enfoque de sistemas. Y considerar que no sólo del barbecho depende el destino de las malezas; otras múltiples decisiones asociadas al diseño del sistema productivo como las rotaciones, intensidad de uso de la tierra, proceso de cosecha, también condicionan su presencia.
Recurso: Corn+Soybean Digest, Congreso Aapresid