Yuyo colorado, difícil pero no imposible
Fuente: MalezaCero.com.ar
Una reciente charla organizada por Agroconsultas On Line sobre Amaranthus contó con participación de investigadores y técnicos de distintas empresas abocados a encontrar modos de manejar a esta difícil maleza.
El comienzo estuvo a cargo de Diego Ustarroz, de INTA Manfredi, quien presentó ensayos realizados en las últimas dos campañas, basado en las especies de Amaranthus Palmeri e Hibridus. “En el sur de la provincia de Córdoba hace ya unas 5 campañas que se inició el problema de los Amaranthus resistentes a glifosato e inhibidores de ALS. En lo que el SO de Córdoba la principal especie presente es Palmeri, mientras que en el SE es Hibridus o quitensis. En las últimas dos campañas ha ganado territorio hacia el centro de la provincia de Córdoba y centro de Santa Fe”.
Diferenciación. “Si bien para distinguir a las dos especies en estado vegetativo no es fácil- los botánicos hablan de que tenemos que llegar a su estado reproductivo para poder diferenciarlas con exactitud- nosotros creemos que hay algunas características que en su conjunto nos permiten hacerlo”, mencionó Ustarroz y procedió a la diferenciación de las especies:
- Hibridus tiene una hoja más redonda y con pecíolos más cortos.
- Palmeri tiene una hoja más lanceolada y largos pecíolos.
- Una de las características que nos va a permitir diferenciarla es la pilosidad del tallo cuando está en estado vegetativo temprano (10 a 15 cm), más abundante en Hibridus.
También podemos ver diferencias en el estado reproductivo, donde las inflorescencia de A. Hibridus son bastante ramificadas, donde la inflorescencia terminal no tiene un desarrollo tan grande como la de Palmeri, bastante erecta, y que llega a estado de péndulo cuando están maduras.
En A. Palmeri hay una diferencia entre plantas en estado reproductivo. La planta hembra tiene las brácteas de la flor que termina en un mucrón. Las plantas macho tienen un aspecto muy suave al tacto y las inflorescencias son de menor tamaño.
Objetivo. El objetivo con Yuyo Colorado es siempre reducir al mínimo posible la producción de semilla. “Porque hoy ya tenemos biotipos resistentes a glifosato y a inhibidores e ALS. La tasa de mutación es de 5 semillas por cada 1 billón de semillas producidas. Y aunque parezca difícil, a nivel regional es muy fácil llegar a esa cantidad de semillas producidas”, refirió el investigador de INTA.
“Por lo tanto, es muy probable que ya estemos seleccionando biotipos resistentes a los herbicidas que estamos aplicando hoy como los residuales, como los PPO y los hormonales. Para no perder estas alternativas el objetivo debe ser utilizar programas de manejo agresivos, con cero tolerancia de escapes para lo cual hay que combinar herbicidas residuales y postemergentes con diferentes sitios de acción y en el caso de que sea posible, hacer un muy buen control para que lleguen muy pocas plantas que escapen al control químico, y a las que logren hacerlo arrancarlas de manera manual”.
La mejor estrategia no química para reducir Yuyo Colorado que mencionó Ustarroz fue la de los cultivos de cobertura y hasta un cultivo de trigo, que tenga ocupado el lote durante la primavera con cobertura verde. Tanto el cultivo en pie como el rastrojo que deja.
Entre sus principales conclusiones Ustarroz destacó:
- El objetivo debe ser evitar la producción de semillas de malezas resistentes.
- Es fundamental el uso de herbicidas residuales y un repaso con herbicidas postemergentes con diferentes sitios de acción.
- Los herbicidas hormonales como 2,4 D y dicamba son excelentes herramientas para el control de yuyo colorado pero deben ser aplicados con plantas de no más de 15 cm de altura y con dosis superiores a las aplicadas en la actualidad.
No se debe subestimar la producción de semillas de unas pocas plantas en estado reproductivo. La eliminación manual de plantas que escapan a los tratamientos herbicidas previo a que produzcan semillas es una excelente decisión.
Soluciones Adama. Andrés Gazzoti, Coordinador del Departamento de Desarrollo de Adama Argentina aportó una visión sobre el manejo desde el trabajo que lleva adelante la empresa. “Desde allí venimos trabajando en relación al manejo de Amaranthus, en desarrollo de herbicidas y pensando en los distintos momentos de intervención, en cada rotación, en cada zona. Hoy nos vamos a focalizar en los últimos momentos de intervención que corresponden al barbecho corto y la preemergencia del cultivo, con eje en soja”.
En tres ensayos que realizaron la campaña pasada buscaron probar la eficacia del solapamiento de la residualidad de los herbicidas, comparando esta doble aplicación con una simple aplicación. “Evaluamos distintos tratamientos: una mezcla de Metribuzin (Tribune, 70% WG) y Metolachlor (Metolachlor Agan, 96% EC), Metribuzin (Tribune, 70% WG) y Flumioxazin (Oxalis 48 SC, 48% SC). Con la técnica de solapamiento, en la que se aplicó un primer tratamiento residual 30 días previos a la siembra y en la preemergencia del cultivo se aplicó otro herbicida residual, lo que pudimos ver es que las efectividades en cuanto a control de Amaranthus se prolongan más en el tiempo. Esto es, cuando hablamos de la aplicación secuencial de dos herbicidas, los efectos logrados son mucho más contundentes al hacer solapamiento, no solo en efectividad sino también en espectro de control”.
Hacia el final, Gazzotti aportó una reflexión síntesis: “Nos gustaría concluir que durante esta ventana de aplicación- 30 días después de la siembra, a preemergencia del cultivo- podemos manejarnos mucho mejor con muchas herramientas, productos con activos como Metribuzin, Metolachlor y Flumioxazin, que son todos muy buenos. Y reforzar que nos parece importante enfocarnos mucho más en la técnica que en el producto”.