Cómo controlar Spodoptera en maíz, sin perder lo ganado
Mauro Mortarini, vicepresidente e AAPCE Asociación Argentina de Protección de Cultivos Extensivos coordinó una serie de ensayos sobre Spodotera en Maíz. La idea del trabajo era empezar a generar información en lo que respecta al comportamiento actual de los eventos biotecnológicos que hay disponibles para el control de Cogollero en maíz, sobre la base de saber que hoy ya hay un evento que creó resistencia : el “Herculex”. Se suma el hecho de que los otros eventos, si bien tienen distintas proteínas apiladas, hay parte de las mismas que ya hoy no son funcionales.
¿Qué pasa si nosotros planteamos una estrategia de control con insecticidas con mecanismos de acción distintos al del evento?, fue el planteo de los investigadores de AAPCE. Buscaban con ello retrasar un poco el avance de la resistencia.
“Si dejamos que controle todo el evento, con pocas generaciones más, se pierde la funcionalidad del evento”, advierte Mortarini. Para analizarlo, cuantificaron el valor de cada tecnología. “Lo que vimos en el ensayo es que Herculex hoy no aporta absolutamente nada. Encontramos que Power Core hace un aporte todavía controlando Spodotera, aunque ha caído mucho, de hecho pareciera que de todos es el que peor está funcionando. Con el uso de insecticidas logramos reducir los daños pero eso no se traduce en aumentos de rendimientos. De los que mejor funcionan son Viptera 3 y V3Triple Pro. Aun así hay pares de estas larvas de cogollero que sobreviven”, relata.
Concluyeron en cambio que el uso de insecticidas para controlar esas generaciones, con un mecanismo de acción distinto al de las proteínas que están incorporadas en el evento, ayudaría a retardar la parición de esa resistencia. “Lo que tenemos que lograr es que los eventos estos duren al menos de 8 a 10 años más, para lograr alcanzar los eventos que están en investigación. Para esto es necesario además de controlar la plaga con insecticidas IGR o disamidas, distintos de los que son piretroides, hay que agregar sí o sí el Refugio, que solamente lo ha hecho un 20% de la superficie total de maíz. Si eso se logra, sabemos que podemos llegar a estirar el uso de las tecnologías actuales por 8 años más. Si no se cumplen esas dos reglas es muy probable que algunos de los eventos en un año o dos ya se pierdan, con lo cual nos quedaríamos sin protección en cogollero”.
Yendo a números concretos, en el mencionado ensayo encontraron que Herculex perdió 117 dólares por ha. Cuando usaron estrategias insecticidas, de esas 117 dólares recuperaron 88 dólares por ha. Y los daños fueron un 80% menores al usar insecticidas foliares, siempre dentro de la tecnología Herculex.
La plaga. Es un lepidóptero. Depende de las latitudes, su nivel impacto: a latitudes más altas o zonas más templadas, el impacto se reduce. Del sur de Santa Fe para arriba, la cosa se complica más. Norte del país, Entre Ríos, centro- norte de Santa Fe, centro-norte de Córdoba, el impacto de la plaga es muy grande.
Puede actuar como cortadora en la plantación del maíz o bien dañando el cogollo de la planta del maíz y toda su expansión foliar y demás.
Es necesario el control en estadios tempranos. Pero la problemática de todo esto es que con el maíz demorado, en fechas de siembra tardías, que en todas estas zonas se ha impuesto mucho por su estabilidad de rendimiento, estamos exponiendo al cultivo a mayor presión de plaga. Latitudes más bajas y fechas de siembra más tardías generan mayor presión de la plaga en los cultivos.
La plaga tiene un impacto potencial muy alto. De latitudes medias para arriba, o más bajas al norte del país es muy grande. En las templadas se nota un avance de la plaga pero todavía con valores muy bajos e niveles poblacionales.
“Hay que monitorear muy de cerca. A los umbrales de 20% de grado 2 escala Davis hay que bajarlos. Porque en el campo, cuando vas a aplicar sobre el 20, terminás aplicando el 40%. Habría que estar pensando en un 5 u 8% como disparador para estar controlando con 20% de plantas afectadas de grado dos o menos y es donde mejor funcionan los insecticidas. Si no, les terminás echando la culpa al insecticida cuando la razón fue otra”.
Un ataque severo puede tener consecuencias muy grandes. “Nosotros, con ataques medios en este ensayo, tuvimos pérdidas promedio de más de 500 kg. y hasta 700. El potencial destructivo de la plaga es muy grande. Por eso los eventos biotecnológicos que se desarrollaron. Si no tenés ningún tipo de protección, podés poner en juego toda la producción del cultivo”.
Esto empieza ahora. Y ya se están haciendo monitoreos en implantación, según cuenta Mauro. “Ahora puede actuar como cortadora pero en realidad los principales problemas se dan en la siembra de diciembre. Se monitorean los niveles poblacionales con trampas de luz y hay algunos modelos de tiempo térmico con los que uno puede predecir cuándo se pueden dar los ataques de la plaga. Pero no son modelos muy difundidos”. Lo cierto es que hoy el uso de insecticidas con mecanismos de acción distintos al de los eventos actuales es fundamental para incrementar la durabilidad de los mismos. Eso y el uso de Refugios. “Si no nos quedaremos sin eventos en dos campañas más”, advierte contundente el investigador.
El Ing. Agr. Juan Pablo Cristofalo, Responsable de Adama en zona norte de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, y líder del cultivo de maíz refuerza algunos conceptos: “tal cual indica Mauro, desde Adama recomendamos tener siempre presente un mix de información para realizar el manejo de esta plaga. Por ello es importante el evento insecticida que porta el hibrido a utilizar, la zona o latitud donde vamos a implantar el material, la fecha de siembra – si es de primera o de segunda-, así como realizar el porcentaje de Refugio sugerido por el semillero. El monitoreo resulta fundamental para poder actuar a tiempo”.
En cuanto a la solución de producto que ofrece Adama, es clave anticiparse a los umbrales. “Para sacar el máximo beneficio de RIMON, insecticida IGR recomendado por Adama para esta plaga”, agrega Cristofalo y aclara: “el manejo de RIMON estará condicionado por el momento de intervención, según presión y daño de la plaga”. También precisa que RIMON puede ser acompañado con insecticidas (Pyrinex o Methomex) según sea la presión y el daño en el momento de decidir la aplicación. En cuanto a dosis recomendada, Cristofalo refiere: “RIMON 150 cc/ha”.