Plantas Saludables: ¿Podrían las plantas resilientes desbloquear la seguridad alimentaria futura?
El 12 de mayo de 2023 es el Día Internacional de la Sanidad Vegetal en donde las Naciones Unidas tienen como objetivo crear conciencia mundial sobre cómo la protección de la sanidad vegetal puede ayudar a acabar con el hambre, reducir la pobreza, proteger la biodiversidad y el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico.
Las plantas proporcionan el 80% de los alimentos que comemos y el 98% del oxígeno que respiramos. Pero nuestras plantas están bajo amenaza.
El cambio climático y las actividades humanas están sofocando a los ecosistemas y dañando la biodiversidad al mismo tiempo que crean oportunidades para que prosperen las plagas. Un significativo 40% de todos los cultivos alimentarios se pierden debido a plagas y enfermedades de las plantas. Además, la creciente amenaza de desastres naturales en todo el mundo es una variable incierta para las comunidades, los hábitats naturales y la producción de alimentos.
Mientras trabajamos hacia un futuro más sostenible, en medio del calentamiento global y el cambio climático, ¿cómo prevalecerán las plantas?
La ciencia ha demostrado que algunas plantas demuestran una notable resistencia natural a los cambios en su entorno y se cree que aprovechar algunas de estas adaptaciones podría ser la clave para proteger la salud de las plantas en el futuro.
Clonación natural en árboles
Se ha descubierto que algunos árboles conservan su longevidad mediante un sistema de clonación natural. Las especies de árboles genéticamente idénticas pueden formar colonias clonales uniéndose y compartiendo sistemas de raíces, lo que les permite multiplicarse y sobrevivir durante miles de años. El éxito de la clonación natural en la preservación de especies se ha atribuido a la colonia Pando en Utah, EE. UU. que tiene miles de años. En esta colonia se ha demostrado que han crecido más de 40.000 árboles a partir de un solo sistema de raíces que abarca 106 acres. Se cree que la colonia Jurupa Oak en California, que se reproduce constantemente después de los incendios forestales, sobrevivió alrededor de 13,000 años.
Los cultivos se adaptan a los niveles de radiación
La lluvia radiactiva se ha asociado durante mucho tiempo con el final de la vida vegetal y humana, pero los científicos que estudian los efectos del desastre de Chernóbil de 1986 han descubierto que no siempre es así. Descubrieron que algunos cultivos, como el lino y la soja, pueden adaptar su biología para prosperar en un ambiente contaminado. Los investigadores han teorizado que la capacidad de algunas plantas para adaptarse a la lluvia radiactiva podría haberse desarrollado hace millones de años, cuando el planeta tenía niveles mucho más altos de radiación.
Semillas almacenadas para el futuro
Los científicos han producido con éxito plantas a partir de semillas de la edad de hielo que se cree que tienen más de 32.000 años. Las semillas resucitadas del permafrost ártico en Siberia, almacenadas por antiguas ardillas, han germinado con éxito en plantas que se reproducen naturalmente. Se espera que este éxito permita la resurrección de otras especies, al mismo tiempo que proporciona pistas para crear bancos de semillas viables para las generaciones futuras.
Maximizando el poder de la luz solar
Encontrados en paisajes desérticos duros y terrenos rocosos, los Lithops o 'piedras vivas' tienen una notable habilidad para usar la luz solar. Las plantas crecen principalmente bajo tierra y tienen una capa superior translúcida y camuflada que permite la entrada de la luz solar, que luego se convierte en energía. Los investigadores están ansiosos por comprender y utilizar la capacidad de los lithops para aprovechar tanto la luz brillante sobre el suelo como la poca luz debajo del suelo, pensando que esto podría desarrollar cultivos más eficientes para el futuro.
Soluciones sostenibles de la agricultura marciana
Décadas de trabajo probando plantas experimentales que podrían cultivarse en el espacio podrían, a su vez, ayudar a desarrollar sistemas y especies que sean más eficientes para los sistemas agrícolas en la Tierra. Se están realizando experimentos para producir cultivos verdes en Marte en la materia orgánica producida por bacterias que absorben dióxido de carbono de la atmósfera. Los cultivos serían regados usando preciosa agua congelada recolectada de la corteza del planeta. La viabilidad de cultivar plantas en Marte depende de maximizar todos los márgenes de eficiencia y esto cubre todo, desde el uso de recursos naturales hasta las tasas de crecimiento de especies de plantas particulares. Los científicos esperan que el conocimiento obtenido del cultivo en el espacio también pueda proporcionar vías para un uso más eficiente de los recursos en la Tierra, ayudando a los agricultores a cultivar de manera más sostenible y minimizando el desperdicio.
Si la humanidad puede aprovechar incluso una proporción de la capacidad de las plantas para adaptarse y sobrevivir en ambientes cambiantes, es posible orquestar resiliencias naturales que ayuden a proteger la salud de las plantas, preservar las especies en peligro de extinción y minimizar las pérdidas de cultivos, manteniendo la biodiversidad y la seguridad alimentaria para el futuro. A medida que avanzan los conocimientos y las innovaciones, avanzamos hacia una agricultura más sostenible. En ADAMA seguimos comprometidos con este objetivo de lograr la sostenibilidad práctica, por lo que trabajamos para ofrecer soluciones innovadoras, ayudando a los agricultores a proteger y cultivar sus cultivos para nuestra creciente población.